La articulación del homro es la más expuesta en èste deporte.
El waterpolo consta de unos 60 gestos técnicos, entre ellos: crol, braza, espalda, agarre y armado de balón, pase, recepciones a la mano, arrancada, parada, salto, giro, equilibrio, protección de balón, lanzamiento, presión y agarre al adversario. ¿Cuáles son las lesiones más habituales al practicar este deporte acuático?
La lesión más común al jugar al waterpolo se localiza en el hombro, siendo la articulación más vulnerable y pudiendo sufrir luxaciones y roturas -tanto ligamentosas como tendinosas- fundamentalmente de bíceps, tríceps y manguito de los rotadores, laxitud capsular anterior, sobrecargas en trapecio y serrato. Todo ello está inducido por el gesto de armado, lanzamiento y aceleración realizados con el brazo.
El movimiento de brazo va unido al tronco, que está en constante movimiento de flexión y rotación. Por ese motivo, el jugador de waterpolo tiende a adoptar una posición de hipercifosis dorsal e hiperlordosis lumbar o, lo que es lo mismo, la acentuación de las curvas naturales de la columna a nivel dorsal y lumbar.
Por otro lado, al no hacer apoyo podal otra zona de lesión es la rodilla, ya que está en constante patada para mantener al jugador estable y elevado. Las zonas más dañadas son la del ligamento lateral interno y meniscos.
Por último, las manos y muñecas son candidatas a sufrir esguinces o luxaciones por agarre, golpeos o torceduras.
Abordaje de estas lesiones
Es importante realizar un rápido y acertado diagnóstico y un tratamiento precoz.
El calentamiento y los estiramientos son fundamentales.
¿Cuándo habría que hacer reposo?
El reposo estaría indicado fundamentalmente en aquellas lesiones que comprometan la integridad de la articulación, tales como roturas y luxaciones, las cuales necesitan de un tiempo variable según el grado de la lesión para volver progresivamente a un nivel de entrenamiento y competición previos a la misma.
Recomendaciones para prevenir lesiones en el waterpolo
Como en cualquier deporte, la prevención pasa por un buen desarrollo de los grupos musculares más implicados en la práctica deportiva.
La es técnica es básica para que los gestos sean lo más equilibrados que se pueda, evitando sobretrabajar más unas estructuras que otras y, cómo no, un adecuado trabajo en estiramiento para contar no solo con la fuerza, sino también con la elasticidad necesaria. La mezcla de fuerza y elasticidad es lo que nos va a permitir depurar nuestros gesto y trabajar equilibradamente disminuyendo el riesgo de lesión.
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